En un momento en el que los precios en el mercado de la electricidad parecen no tocar techo, no son pocas las empresas que están en la búsqueda de un sistema de producción de electricidad propio y más eficiente que les permita ahorrar costes en su proceso productivo.
Si bien cada vez son más las alternativas de autoconsumo existentes en el mercado, son las calderas de biomasa uno de los sistemas que mayor relevancia está adquiriendo en el ámbito empresarial. Estas calderas funcionan con combustibles procedentes de desechos naturales, transformados en forma de pellets, y permiten producir energía térmica y eléctrica tanto en el ámbito doméstico como industrial.
Las calderas de biomasa están demostrando ser una inversión rentable y eficiente en todos los sectores, ya que el coste de producir energía es inferior a la media del mercado. Además de presentar significativas ventajas de uso. Son más eficientes energéticamente que las calderas tradicionales que funcionan con gas o gasoil, aproximadamente un 50% en una vivienda particular, mientras que en la industria pueden llegar a suponer un ahorro del 25% mensual.
Si su interés está en disminuir la huella de carbono de su actividad industrial y su impacto medioambiental, las calderas de biomasa representan una menor emisión de gases contaminantes, de la misma forma que el biocombustible con el que funcionan favorece la limpieza de los montes, lo que sirve como el sistema más eficaz en la prevención de los incendios forestales.
Sea cual sea la necesidad energética de una empresa, vivienda o comunidad de vecinos, lo cierto es que considerar la caldera de biomasa como fuente de energía es quizás una de las mejores opciones de entre las existentes en el mercado en la actualidad. Un paso para adelantarse a la transición energética que se avecina.